lunes, 22 de agosto de 2016

CASA-MUSEO SOROLLA MADRID


JOAQUÍN SOROLLA
Joaquín Sorolla Bastida nació en Valencia en el año 1863 y murió en Cercedilla (Madrid) en 1923. Aunque siempre llevó con él la luz del Mediterráneo y plasmó paisajes costumbristas sobre todo relacionados con el mar y con la Albufera valenciana.

Fue uno de los pintores españoles más reconocidos del siglo XIX.
Quedó huérfano tan solo con dos años y fue adoptado por sus tíos.

En su juventud comenzó los estudios de pintura con el maestro Francisco Pradilla y pronto comenzó a presentar sus obras a concurso, haciéndose cada vez más conocido y valorado.

Estudió a fondo la obra del gran pintor Velázquez que generó una gran influencia en alguna de sus obras de aquella época y durante el resto de su vida artística.


                                 Un retrato de Velázquez preside la entrada de la casa

En 1909 encarga la construcción de la casa, que ahora es su museo, en Madrid, al arquitecto Enrique Repullés y Vargas, trasladándose en 1911 con toda su familia a vivir en ella. 
La casa está situada en la calle General Martinez Campos 37 de Madrid. Una zona donde la clase alta del s. XIX y principios del s.XX construía sus palacetes.


El estilo de la casa es bastante ecléctico y fue dictado expresamente al constructor por el mismo Sorolla que intervino en el diseño y en todos los detalles, tanto internos como externos.


Diseñó amplios estudios con mucha luz para su trabajo, una zona doméstica lujosa y elegante, otra zona doméstica más privada y muchos espacios diferentes tanto en el interior como en el exterior.


Existen en ella diferentes ambientes, rincones luminosos que invitan a la relajación y la reflexión.



También partes que invitan a la conversación y la tertulia.

Otros rincones más ocultos de la luz y con gran simbolismo.




Especial mención merece su jardín, inspirado en la Alhambra de Granada y los patios andaluces. También con una inspiración clásica, abundan las columnas y las figuras de corte griego.







En toda la casa hay una gran influencia de sus orígenes valencianos y en la parte trasera, donde se encuentran las cocinas, podemos observar una gran muestra de cerámica valenciana, así como un patio interior luminoso y con una fuente en su centro.






A Sorolla se le ha etiquetado como Impresionista y Luminista, de hecho ha sido llamado y reconocido como "El pintor de la luz", la luz en el sentido de luminosidad y en el sentido de "iluminado".

En mi opinión y en la de muchos expertos, ha sabido plasmar como ningún otro, la luz del Mediterráneo, la alegría de su mar y la belleza de sus paisajes. 
Toda esta influencia se encuentra en esta preciosa casa-museo, no solo es la belleza de sus formas y de su decoración, sino también las sensaciones que se perciben al recorrerla.


                                      Detalle del ventanal del salón de entrada, la parte más pública de la casa.




                Detalle visto desde arriba de la escalera de madera que conecta la parte inferior de la casa que  posee dos alturas,con la parte superior convertida en sala de exposición de sus obras.

                                El gran comedor en mármol y lleno de belleza nos traslada hasta el Renacimiento y la Grecia Clásica.


Sorolla obtiene numerosos premios y condecoraciones en vida, esto le proporciona una posición social muy elevada y respetada, se relaciona con la clase más alta e intelectual del momento.

No es del todo conocido, pero si hay ciertos artículos que lo mencionan y después de visitar su casa, estoy totalmente convencida, de que Sorolla fue iniciado en masonería, hay detalles muy claros de que Sorolla era un iniciado, no solo en su casa, sino también en su obra.

Si se recorre la casa-museo con los ojos bien abiertos y despiertos se pueden encontrar detalles muy interesantes y mucho simbolismo.

     Dos columnas salomónicas presiden la entrada a las estancias privadas.

                            Diversas obras recopiladas por el pintor hacen referencias simbólicas



La gran sala de color naranja contiene numerosas obras de arte, tanto del pintor como otras recopiladas por él, contiene muchos de sus cuadros más famosos, así como los pinceles que utilizó y un gran diván cubierto donde pasaba horas meditando y relajándose junto a su mujer Clotilde.








La parte superior de la casa-museo está compuesta por tres estancias que forman una exposición de temática paisajistica del autor, recogiéndose obras de su etapa verde, obras de ciudades como: Toledo, Granada...paisajes de la sierra madrileña, así como valencianos.
                                               Toledo

Granada

                                                              Barca en la Albufera

Llegados a este punto, ya os habréis imaginado que Sorolla es uno de mis pintores favoritos, ya lo era mucho antes de conocer su casa y museo, pero después de haberlo recorrido con detenimiento y parándome en cada detalle, sintiendo su energía y conectando con la psicología y alma del pintor, aún lo es más si cabe. 
Algo que me ha gustado de este museo es la colección de bargueños repartidos por todas las estancias, de los cuales soy una enamorada y los he disfrutado muchísimo.


También hay piezas que parecieran estar fuera de lugar, pero que con solo su presencia muestran un encanto especial que causan emoción en el visitante, sobre todo si la sensibilidad, y la pasión por el arte y la historia, forman parte de ti.


Desde aquí recomiendo a todos la visita, pues es un viaje en el tiempo, es una experiencia casi mística si vas bien "despierto", sin prisas...entra dispuesto no sólo a ver, sino a sentir...a introducirte en sus cuadros, a emocionarte con las bellas piezas de arte y a pasear por ese hermoso mar Mediterráneo, sin salir del centro de Madrid. 


Myriam Cobos
Fotografías propiedad de Myriam Cobos