sábado, 18 de febrero de 2017

HOJAS DE ACANTO



La planta del Acanto es una planta perenne, de aproximadamente unos 50 cm de altura, con unas hojas lanceoladas en su extremo, de un gran tamaño y un color verde brillante.

Su nombre científico es: Acanthus mollis y su nombre común: Acanto, Oreja Gigante y Yerba Carderona.

Su nombre etimológicamente procede del griego 'akantha', cuyo significado es: espina.

Esta planta es típica y procedente de la región mediterránea, desde Portugal y el noroeste de África, hasta el este de Croacia.

Suele florecer en Abril y Mayo en lugares húmedos. Se utilizó desde la antigüedad en jardines y ornamentación, muy valorada por sus espectaculares hojas y su color verde luminoso, sus flores son blancas.



En jardinería la variedad que más se utiliza es la latifolius por ser más resistente y robusta.



Pero, si por algo es conocida esta planta, y en concreto sus hermosas hojas, es por haber sido usada como motivo escultórico, en capiteles de columnas en uno de los tres órdenes de la arquitectura clásica griega y romana, conocido como: el orden corintio, que se caracteriza por tener un capitel con forma de campana con volutas y dos filas de hojas de acanto.



Esta planta también ha sido y es, utilizada en la medicina natural, desde la antigüedad hasta nuestros días, popularmente ha sido utilizada como estimulante del apetito y como laxante por vía interna.

De forma externa, se aplica en como cataplasma porque tiene uso antiinflamatorio, también para calmar dolores e hinchazones y para curar quemaduras.

El jugo tiene efecto analgésico y se utiliza como tratamiento sintomático del herpes.

Esta planta se empleó durante la Edad Media como planta mágica, teniendo además un simbolismo importante en la Geometría Sagrada y apareciendo en diferentes representaciones artísticas y religiosas.

Su uso fue masivo durante la Edad Media, representaba el amor, también la abundancia y la unión con la naturaleza. Otra interpretación era como redención de los pecados.

Las hojas de acanto han estado siempre presentes como simbolismo, tanto es así, que hasta la propia corona del rey de España lleva un realzado de ocho florones de hojas de acanto.


Tanto al natural, como en las manifestaciones artísticas, las hojas de acanto son muy especiales, cuando te encuentres con ellas, su belleza no te pasará inadvertida.

Myriam Cobos




sábado, 11 de febrero de 2017

CLEOPATRA



Su nombre completo era: Cleopatra Filopátor Nea Thea, Cleopatra VII o conocida, tan solo, por el nombre de: Cleopatra. 
Nació en el año 69 antes de Cristo y murió sobre el año 30 antes de Cristo.

Cleopatra VII fue la última reina del Antiguo Egipto, que pertenecía a la dinastía de los Ptolomeos, que fue fundada por Ptolomeo I Sóter, que era uno de los generales de Alejandro Magno.



Cleopatra era hija de Ptolomeo XII, de quien heredó el trono en el año 51 a. C. cuando Cleopatra tenía 18 años, junto con su hermano Ptolomeo XIII, de 12 años, con quien ella tuvo que casarse por mandato del testamento de su padre (hecho que era frecuente ente  los reyes ptolemaicos).

El padre de Cleopatra, Ptolomeo XII, no era querido por su pueblo, porque mantenía una estrecha relación con Roma, después de permanecer en esta ciudad por largo tiempo, volvió a Egipto rodeado de banqueros romanos, lo que hizo exasperar a su pueblo.

El padre de Cleopatra era conocido por su despreocupación ante los problemas que asolaban Egipto, por su manifiesta corrupción y por ser más amante de las fiestas que de las cuestiones de Estado (Esto, que sucedió en una época antes de Cristo, nos suena como muy cercano, pues hay cosas que nunca cambian, ni aún con el pasar de los siglos).

Roma, por supuesto,  estaba encantada de ayudar al rey Ptolomeo XII, porque Egipto era, para el Imperio romano era una fuente de riqueza, por su producción de oro, su gran producción de cereal y de papiro. 

Ptolomeo consiguió finalmente el apoyo de Roma, después de prometer que le pagaría tributos.
Esto ya terminó de exasperar a los egipcios que estaban deseando que su hija Cleopatra subiese al trono, ya que la creían digna sucesora y pensaban, como así fue ciertamente, que miraría por los intereses egipcios.

Ptolomeo, reinó hasta su muerte en el año 51 a. C, (y digo hasta su muerte porque era muy habitual, que los reyes fuesen asesinados, hasta por sus propios hermanos y familiares, para quitarles el poder), después de morir deja el trono a su hija Cleopatra VII y a su hijo Ptolomeo XIII, y con quien Cleopatra tuvo que casarse por testamento de su padre.

Cleopatra tenía varios hermanos: Berenice IV, Cleopatra VI que eran sus hermanas mayores, tenía una hermana menor llamada Arsínoe IV, y dos hermanos menores Ptolomeo XIII y Ptolomeo XIV, con los que se casó sucesivamente, según la ley, que, como ya he comentado antes, permitía el matrimonio entre hermanos.

Cleopatra fue la primera de esta dinastía que aprendió a hablar el idioma egipcio, porque como provenían de la tradición Helénica, no todos sabían hablar egipcio, era como algo popular y las capas altas hablaban griego y latín, pero Cleopatra, no solo conocía este idioma, sino también griego, hebreo, sirio y arameo y quizás latín.

Fue también instruida en literatura, música, ciencias políticas, matemáticas, astronomía y medicina.

Además tenía fama de poseer modales dulces y refinados, y una sugerente voz, cosas que hacían de ella una mujer muy seductora.

Ptolomeo XIII, el hermano de Cleopatra, aconsejado por su eunuco, expulsó a su hermana del trono y la obligó a exiliarse en Siria, allí Cleopatra reunió un ejército para recuperar el poder, pero no lo consiguió.

En ese momento, Cayo Julio César también estaba en guerra civil contra Pompeyo. 

Pompeyo llega a Egipto buscando refugio, creyendo que el Faraón le recibiría bien, pero fue todo lo contrario, y sorprendentemente, éste ordena asesinarle pensando conseguir el apoyo de Cesar, para poder vencer a su hermana Cleopatra.

Cuando Cesar llega a Alejandría y ve lo ocurrido, se enfurece, pues su intención era capturarle con vida o incluso perdonarle.

César, en calidad de testamentario del padre de Cleopatra, se ofrece a solucionar el conflicto que enfrentaba a los dos hermanos, y convoca a las dos partes.

Ptolomeo XIII, regresa inmediatamente a Alejandría.
Cleopatra envia antes varios emisarios para asegurarse de las intenciones de César. 
Al final acepta ir a Alejandría, pero lo hace en secreto y de noche.

Cleopatra consigue acceder a los aposentos del palacio real en el que vivía César, para persuadirle de que tomara partido por ella.

En esa conversación, nadie sabe lo que ocurrió, pero lo que pasó es que le sedujo y pasaron la noche juntos.



El hermano de Cleopatra y que también era su esposo, enterado de este encuentro, rechazó la propuesta de reconciliación.

Para evitar más conflictos, César leyó ante el pueblo el testamento del padre de Cleopatra, del que se presentó como albacea e hizo promesas a cada uno de los hermanos. 

Finalmente, se celebró el acuerdo entre los tres, y como no podía ser de otra manera, hicieron un gran banquete.

A partir de entonces, César se instaló en Alejandría, donde llevó una vida tranquila junto a su aliada y amante Cleopatra.

Lo dos pasaron juntos varios meses en Egipto, y fruto de esa relación nació un hijo, Ptolomeo XV, o más conocido como Cesarión.

Pero poco duró la calma, pues Cesar tuvo que partir de nuevo a combatir, al tiempo que efectuaba en Roma reformas, entre las que se encontraba agrupar a los Estados romano y egipcio, consiguiendo así la unidad política y económica de todo el mundo mediterráneo.

La propia Cleopatra estuvo viviendo dos veces en Roma junto con Cesarión, como concubina, en la villa de César.

Nunca fue aceptada por el pueblo romano, porque la miraba con desconfianza.

César sin importarle lo que pensaran desafió a la opinión pública y le rindió un homenaje oficial.
Incluso instauró en Roma el culto a Isis, acción que exasperó a los Romanos.

Durante su segunda estancia en Roma, César es finalmente asesinado en el Senado.



Cleopatra, al ver que acababa de perder a su poderoso aliado, abandonó rápidamente Roma y regresó con su hijo a Egipto.

Tras su regreso a Egipto, Cleopatra, establece a su hijo Cesarión, como su corregente aunque éste solo tenía 4 años.

Al poco tiempo, sucede la parte que a mí más me gusta de la historia de Cleopatra, y como homenaje al amor, contaré la historia de amor entre Marco Antonio y Cleopatra, que ha sido y será, una de las más hermosas y conocidas de la historia.



Marco Antonio era un general y político romano amigo de Julio César, había sido comandante jefe de su ejército.

Después del asesinato de César, Marco Antonio se encargó de perseguir a los culpables y se ganó el apoyo del pueblo romano.

Se crea entonces el Segundo Triunvirato, formado por: Marco Antonio, Octavio y Lépido.

Se desencadena una guerra civil entre los partidarios del triunvirato y los aún seguidores de la República.

Marco Antonio llama en su ayuda a la reina Cleopatra, para que acuda con sus naves a Tarso, pero Cleopatra no quería que Egipto entrara en una guerra civil que solo les atañía a los romanos, y tampoco se fiaba mucho de él.

Finalmente accedió a una reunión privada con Marco Antonio, con la condición de que ésta se desarrollara en su propio barco, considerado donde estuviese anclado como suelo egipcio. 
Así que, finalmente, se encuentran en Tarso.



El encuentro duró cuatro días, cuatro días muy, muy intensos. 
El resultado de este viaje fue que ambos se enamoraron locamente, así que Cleopatra, sin dudarlo, convino en prestarle la ayuda que Marco Antonio le pedía.

Marco Antonio decidió entonces, quedarse en Egipto al lado de Cleopatra, no quería separarse de ella, aunque eso supusiese dejar a un lado sus deberes como gobernante de Roma.

La pareja pasó junta en Egipto todo el invierno del 41-40 a. C. disfrutando de lujos y fiestas continuas.

Pero los asuntos de Roma llamaban urgentemente a Marco Antonio y finalmente tuvo que regresar al llegar la primavera.

Allí tuvo que cumplir con la promesa que había hecho anteriormente de conocer a Cleopatra, de casarse con Octavia, hermana de Octavio Augusto, que sería el futuro primer emperador de Roma.

Tras la marcha de Marco Antonio a Roma, Cleopatra se dio cuenta de que estaba embaraza y dio a luz dos mellizos, Cleopatra Selene II y Alejandro Helios.

Cleopatra y Marco Antonio, no volvieron a encontrarse hasta cuatro años después.

A su regresó a Egipto, durante el curso de una campaña contra los partos, Marco Antonio aprovechó para pasar por Egipto y contraer matrimonio con Cleopatra, pero sin repudiar a Octavia.

Marco Antonio cedió a su nueva esposa Cleopatra, Fenicia y Creta, y Egipto volvió a tener una extensión similar a la de los tiempos de los primeros Ptolomeos.

Aprovecharon la ocasión también para tener otro hijo, Ptolomeo Filadelfo, y volvieron a llevar juntos, como era habitual, una vida de lujo y derroche.



La relación entre Octavio Augusto y Marco Antonio empeora hasta tal punto de ser considerados enemigos.

Octavio Augusto presenta a Marco Antonio ante el Senado Romano, como un títere en manos de la reina de Egipto, no pudiendo soportar la afrenta a su hermana Octavia.

Esto comienza a general un odio del pueblo romano hacia Marco Antonio y Cleopatra, y por supuesto hacia pueblo egipcio y todo lo  relacionado con él.

En vista de esta enemistad, Marco Antonio termina por repudiar a Octavia. 

Entonces Octavio Augusto totalmente fuera de sí, buscó el testamento de Marco Antonio y supo que éste, pretendía trasladar la capital de Roma a Alejandría, y fundar allí junto con Cleopatra, una nueva dinastía.



Esto acrecentó la hostilidad de Roma hacia los enamorados, toda esta situación hace que se destruya el triunvirato y que el Senado declare la guerra a Egipto.

Entonces, Cleopatra que vivía en Roma, huyó presa del pánico de nuevo a Egipto, y al darse cuenta Marco Antonio de su huída, fue detrás de ella abandonando a sus hombres, que al final perdieron la batalla.

Esto hizo que ganase Octavio Augusto y que entrase sin dificultad triunfante en Alejandría.

Marco Antonio, es engañado vilmente, por un falso informe que dice que Cleopatra ha muerto, Marco Antonio no puede soportarlo y se suicida, según la leyenda, dejándose caer sobre su propia espada.

Cleopatra, por otro lado, al enterarse no solo de la muerte de Marco Antonio, sino de que Octavio Augusto quería tomarla como prisionera y exhibirla en Roma como un Triunfo, Cleopatra también se suicida, según la leyenda por la picadura de unas serpientes.



Pero antes de morir, escribe una misiva a Octavio Augusto, donde le pide un último deseo, ser enterrada junto a su amado.

Cuenta la historia que así se hizo y el deseo de los enamorados de estar juntos para la eternidad se cumplió, aunque aún en día, se desconoce el lugar de su sepultura.

No dudo en ningún momento, de que los dos seguirán amándose por toda la eternidad, y sus almas siempre se buscarán por el resto de las existencias, pues el amor nunca muere, el amor, es eterno.




Cleopatra en el Arte y la Literatura:
La vida de Cleopatra, así como su trágica muerte y sus relaciones amorosashan servido de inspiración en todas las épocas a literatos, pintores, escultores, cineastas...

Aproximadamente se han escrito 200 obras de teatro, unas 5 óperas y otros tantos ballets. 

Se han realizado pinturas, esculturas y películas.

Una de las películas más famosas y que seguro la mayoría hemos visto más de una vez, es la de Mankiewicz del año 1963, la famosa superproducción CLEOPATRA, protagonizada por Elizabeth Taylor y con Richard Burton en el papel de Marco Antonio.



A Cleopatra se le ha atribuido una belleza excepcional, sin embargo, grabados y dibujos hallados dan testimonio de que su encanto emanaba de su personalidad más que en la belleza de su aspecto físico.


Según los expertos y las informaciones más fiables, el atractivo de esta reina radicaba en su cultura, en su cuidada presencia, los modales seductores, su voz dulce y agradable, y no tanto en su belleza física. 


Por tanto, una vez más se demuestra que la belleza está en el interior y que si miras con los ojos de corazón verás la belleza del alma.
Porque la belleza, siempre está, en los ojos que nos miran.

Myriam Cobos

jueves, 9 de febrero de 2017

EL TRISQUEL


El TRISQUEL es un símbolo de origen celta. Es un símbolo de simetría rotacional, que consiste en el dibujo de tres espirales unidas o dobladas desde el centro del símbolo.

La palabra Trisquel, proviene del griego τρισκελής que significa "tres piernas", y hace referencia a las tres partes que lo forman.

Es un símbolo muy característico de la cultura celta, utilizado por todos los que se practican el paganismo y en general, muy utilizado como adorno en colgantes, pendientes etc. Se puede encontrar en cualquier lugar adornando muebles, sillas, en cuadros, portadas de discos etc.

Las fotografías de este artículo son de los bancos de una cafetería, que sorprendentemente no tiene nada que ver, al menos en principio, con la cultura celta, pero que estoy segura de que, aparte de ser un símbolo bello, también está siendo utilizado como amuleto de protección y buena suerte.

El trisquel representa la evolución y el crecimiento, el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu, las tres partes fundamentales de que se compone un ser humano.

Simboliza también el principio y el fin, la eterna evolución y el aprendizaje perpetuo. Significa también la unión de los tres tiempos: Pasado, Presente y Futuro.

En la antigüedad, los druidas eran los únicos que podían portar este símbolo sagrado, que era también utilizado como talismán, era un símbolo que presidía los rituales y que portaban colgados de sus cuellos para la mayor protección frente a las malas influencias.

En cuanto a simbología es parecido al yin yang, ya que, es también éste es un signo de equilibrio, el equilibrio de los opuestos, es el símbolo del Taichí, que trabaja los tres aspectos del ser: cuerpo, mente y espíritu.

Esto, viene a demostrarnos, que el estudio y el conocimiento del ser humano ha llegado desde diferentes culturas a las mismas conclusiones, que no se puede descuidar ninguno de estos tres aspectos, que se debe intentar estar siempre en equilibrio, entrenando el cuerpo, trabajando la mente y cultivando el alma.



Myriam Cobos
Fotografías propiedad de Myriam Cobos

jueves, 2 de febrero de 2017

DIA DE IMBOLC. DIA DE LA LUZ.


El día 2 de febrero es un día muy especial, según la cultura Celta y su calendario, es el día de Imbolc.

Más tarde se absorbió por otras culturas y se le dio diferentes nombres, como: el día de la Luz o de la Candelaria.

Se llamó así, porque hoy termina el máximo periodo de oscuridad del invierno y nos encaminamos hacia la primavera, lo que sería entrar en la cuenta atrás para el resurgir de la vida.

Es un día en que nos hacemos conscientes de que las semillas que duermen en nuestro interior, pronto despertarán, y para ello debemos prepararnos y llenarnos de luz.

Nuestra unión con la Naturaleza, porque somos parte de ella,  nos hace fundirnos con esta maravillosa magia, de la que surgirá el milagro de la vida.



A partir de hoy comenzamos a notar, visiblemente, cómo cada día que pasa el sol se pone más tarde y el día va alargando, la luz va venciendo a la oscuridad y eso es un motivo de gran alegría.



El simbolismo de la luz venciendo a la oscuridad es representado por la Naturaleza misma, es un mensaje de que el bien siempre vence al mal, por muy oscuro que nos parezca todo, la luz siempre triunfa. 

El sol está detrás de las nubes y siempre aparecerá de nuevo.



Para quienes practican el Paganismo, es uno de los días más importantes en los que los rituales de la luz son muy poderosos, para pedir abundancia, fertilidad, prosperidad y que la nueva etapa nos una cada vez más a la Madre Tierra amparándonos en su amor incondicional. 

También, como simbolismo de ese triunfo de la luz sobre la oscuridad y peticiones de protección contra el mal.



Este día es muy habitual que en pueblos y aldeas se hagan procesiones con antorchas, por costumbre y tradición,


incluso sin saber algunos que ésta, proviene de las antiguas procesiones que se hacían esta noche en la Antigua Grecia, para celebrar el regreso de Perséfone, que daba lugar, a la tan esperada Primavera.



¡FELIZ IMBOLC PARA TODOS!

Myriam Cobos